24 de septiembre de 2017

México, veo a tus hijos

México, veo a tus hijos sufrir y veo a tus hijos volcados en ti. Los veo en el rojo de la pasión por ayudar, en el blanco de las almas que ya no están, en el verde de la esperanza que nunca nos abandonará.
México que como padre desesperado lloras, llueves, tiemblas y te estremeces, gritando ¡aquí están mis hijos, aquí están! los necesitados, los que están lejos, los que no tienen voz.
México ya sabía que sus hijos vivían bajo la tierra, con hambre, con frío... y como padre en su desesperación hizo su peor esfuerzo para que todos voltearan a ver las casas de adobe desmoronadas. México grita lo que ya sabíamos, sus hijos viven en casas de tierra, de cartón, de lo que sobra, con hambre, con frío... y los que deben procurarles los olvidan.
México grita pidiendo a sus otros hijos que cuiden de sus hermanos y hermanas, que atiendan a los pequeños, que no se olviden de los mayores, de los abuelos... México pide a sus hijos que se unan, como un padre que regaña de manera cariñosa pero enérgica.
Son muchos los afectados y son muchos los necesitados, pero somos más los que necesitamos ayudar, proteger a nuestros hermanos, volverlos visibles, hablar por ellos, mirar por ellos, luchar por ellos, pedir y dar por ellos.
Como cuando ante el frío no se deja de temblar, así México nos sacudió para aliviar el frío de la apatía, de la indolencia. Nos hace una llamada de atención para que demos y busquemos refugio, para que nos apoyemos uno en el otro como hermanos que somos.
México tiembla por el frío de la indiferencia de los últimos tiempos. México tiembla por el miedo de ver a sus hijos enfrentados. México tiembla de rabia y dolor de ver a sus hijos vulnerados por sus hermanos. México tiembla para ver si así se sacude la plaga de la corrupción, la hipocresía, la indiferencia, la apatía, la indolencia... de la incomprensión. México tiembla y nos sacude para ver si así nos despierta.
México nos llama a la hermandad, a la transparencia, a la renovación... nos espera preparados, unidos, despiertos, comprometidos... honestos.
México, rescataremos a tus hijos de los escombros y así nos rescataremos como nación. Que así, entre todos, la responsabilidad compartida garantizará la reconstrucción.
México, veo a tus hijos. México, me veo en tus hijos.
México, ya entendimos...

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